Un equipo de investigación del CONICET logra datar faunas del Mioceno tardío-Plioceno

El paleontólogo Francisco J. Prevosti y especialistas nacionales e internacionales obtuvieron dataciones radiométricas a partir del análisis de varios niveles de escorias de la región pampeana.

La pampa argentina ostenta uno de los más importantes registros fósiles de vertebrados. De hecho, esta región constituyó por mucho tiempo la base principal de la escala cronoestatigráfica del Neógeno-Cuaternario tardío de América del Sur. Sin embargo, debido a su lejana ubicación respecto de zonas geológicamente activas es difícil determinar la edad exacta de sus registros, ya que se carece de rocas volcánicas con minerales que puedan ser datados. Francisco J.  Prevosti, investigador del CONICET en el Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales de la Universidad Nacional de La Rioja, en conjunto con un equipo de investigación del país y del extranjero, analizaron varios niveles de escorias en la región de las formaciones Irene y Chapadmalal que contribuyen a la datación de los registros pampeanos de los últimos nueve millones de años. Los resultados de la investigación fueron publicados recientemente en Scientific Reports.

“Las escorias son fragmentos de roca vítrea vesiculadas, superficialmente similares a las escorias volcánicas, de allí su nombre”, explica Prevosti. Y agrega: “Es un tipo de roca que se conoce desde el siglo XIX y desde ese entonces su génesis ha estado en discusión”.

Con el objetivo de obtener la edad numérica de cada escoria, el equipo “realizó pruebas con isotopos radioactivos de argón”, puntualiza Prevosti. Para el grupo de trabajo era importante la edad de las escorias porque ello “sirve como base para calibrar la sucesión faunística del Mioceno tardío-Plioceno en la región pampeana”.

Como parte del trabajo se confeccionó una base de datos con las especies y géneros presentes en cada una de las faunas analizadas, sus apariciones y extinciones. Además, se detallaron los tamaños corporales y el tipo de dieta de cada especie. Tras recaudar y analizar la información, y mediante técnicas estadísticas de distintos tipos, fue posible comparar las faunas a través del tiempo. “Se observó la manera en que la distribución de las mismas variaba, al igual que lo hacían sus tamaños corporales y las dietas alimentarias”, señala Prevosti. Y continúa: “Como un resultado general del estudio, se encontró que el cambio hacia condiciones climáticas más frías (“ice house”) hace aproximadamente tres millones de años antes del presente, habría causado una importante extinción y recambio faunístico”.

Para Prevosti, los resultados de la investigación contribuyeron a mejorar el anclaje cronológico de la llegada  de algunos de los linajes de mamíferos a América del Sur y a la región pampeana. “Muchos de los mamíferos que nos resultan familiares hoy día en nuestros ecosistemas terrestres como los guanacos, ciervos, lauchas, zorros y muchos otros, ingresaron al continente desde el hemisferio norte en tiempos relativamente recientes”, señala el investigador. Esta situación es consecuencia, según el paleontólogo, del establecimiento de un corredor terrestre entre ambas Américas en vinculación al surgimiento del Istmo de Panamá. “Anclar los registros es importante para entender la interacción con la fauna que evolucionó en América del Sur a lo largo del Cenozoico”, declara Prevosti. Y reflexiona: “Además, el anclaje permite una mejor evaluación, con métodos cuantitativos,  de los cambios y los patrones de evolución de la fauna de la mamíferos en esta área”.

Gracias por tu aporte:

→ Recuperamos más Bosques!

→ Restauramos más Biodiversidad!

→ Cuidamos mejor el Ambiente!